EL ORDEN DIGITAL

viernes, 27 de noviembre de 2009

Papeles sueltos/ Columna de opinión

SILENCIO EN LA NOCHE
¿YA TODO ESTA EN CALMA?

¿Cómo recibió la gente de Deseado tal o cual noticia? Esta es una pregunta que nos formula a veces -en privado- algún colega de otra localidad, o algún funcionario. Es una pregunta de muy difícil respuesta.
En primer lugar, porque frente a cualquier acontecimiento, o problema, o decisión de gobierno, no hay una opinión uniforme. Existen varios Deseados, por decirlo de alguna manera. Y cada uno reacciona, acepta o rechaza según sus propias ideas y convicciones, pero principalmente según sus propios intereses.
En segundo lugar, es muy difícil medir las reacciones de una comunidad que no se expresa. No se expresan sus concejales, que han constituido el concejo deliberante más silencioso y cerrado desde la llegada de la democracia. No se expresan los ciudadanos -salvo contadísimas excepeciones- por los medios de comunicación. De hecho, raramente llega una «carta de lectores» para publicar en este, que es el único semanario de la ciudad. Y muchas veces, las que llegan se refieren a temas estrictamente personales.
Ni siquiera los partidos políticos expresan o proponen ideas; en general, los mensajes que emiten son efemérides, o sea, saludos para tal o cual sector que celebra su día. Es raro que presenten algún documento sobre las problemáticas de la comunidad y sus alternativas de solución.
Sólo algún grupo de vecinos aquejados por problemas compartidos, los integrantes del Consejo Municipal Pesquero, la Cámara de Comercio, y un grupo muy reducido de deseadenses exterioriza alguna opinión sobre el devenir de la ciudad. La gran mayoría -nacidos o venidos- opta por el silencio, que a veces se parece mucho a la indiferencia.
¿Qué opina Puerto Deseado sobre el futuro de la actividad pesquera, la minería, la solución definitiva al problema del agua, la necesidad de generar alternativas para las nuevas generaciones en lo educativo y lo laboral? ¿Qué opinan nuestros jubilados y los que están próximos a jubilarse sobre los cambios que podrían sobrevenir en la ley jubilatoria provincial? ¿Cómo vemos la administración del municipio en estos dos años que pasaron? ¿Cuáles son las prioridades? ¿Resolver la cuestión del agua, pavimentar la ruta 47, hacer un nuevo aeropuerto, invertir en mejorar el sistema de salud, reforzar la seguridad, construir nuevos gimnasios, hacer 300 viviendas?
En una comunidad tan silenciosa, con opiniones tan escasas y con tantos críticos, no es extraño que todos los días se tomen decisiones arbitrarias y que los temas se sigan discutiendo detrás de un postigo, mientras espiamos a los que pasan y nos ocupamos más de la vida privada de los otros que de los temas centrales, los que hasta hoy siguen sin resolver. Y, ya se sabe, cada problema que no se resuelve va generando otros, que tampoco se resolverán porque mañana tendremos nuevos chismes para entretenernos.

BADIA, UN TIPO RARO

Juan Alberto Badía constituye hoy una de las más honrosas excepciones de la televisión argentina. Su programa «Estudio País» no entrevista a Nazarena Vélez, ni a D’Elìa, ni tiene como tema central las obsesiones sexuales de los argentinos. En el programa de Badía se muestran los rincones menos conocidos de la geografía maravillosa de nuestra Argentina, se hacen concursos de preguntas sobre diversos temas, se habla bien, se invierte dinero en recorrer miles de kilómetros para llegar, por ejemplo a la Isla Pingüino y mostrar a sus «vedettes», los pingüinos de penacho amarillo. Y al mismo tiempo muestran la tragedia de las inundaciones en el Chaco. Y aparecen personajes solidarios de los que, felizmente, abundan en cada rincón de nuestra Argentina. Es un programa raro en nuestra televisión «botinera» y chismosa. Es, prácticamente, el único programa que muestra el país real, el país de las provincias, frente a una pantalla que sólo parece ocuparse de Buenos Aires, sus cortes de calles, sus siliconadas debatidoras y los prostíbulos de lujo donde los famosos gastan plata de a cien mil.

TEATRO
Ya hemos comentado que, felizmente, Deseado cuenta hoy con dos grupos juveniles de teatro. Dumas y Prefacio han dado una lección al mundo adulto, generando varios espectáculos de diferentes estilos y géneros, pero complementándose sin competir. Los integrantes de un elenco concurren a acompañar las obras que presenta el otro, aplauden a sus pares... buen ejemplo.
Ahora, varios integrantes de Dumas terminan el Polimodal y parten a estudiar, y saben que se termina la adolescencia, pero el grupo seguirá con nuevos integrantes. Y nosotros les diremos: gracias por las ganas, gracias por el teatro, gracias por perseverar.
Mario dos Santos Lopes

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